jueves, 9 de abril de 2020

Animarnos a más

A veces tengo la sensación que vivimos a medias. Creo que basta con observar los límites que nos hemos impuesto, cadenas que no se ven, pero que aceptamos tener y dejar que crezcan y nos opriman. Estas cadenas que nos esclavizan, están materializadas en los miedos. Hemos organizado nuestra vida a través de ellos. No estamos dispuestos a pagar el precio del rechazo, de la posibilidad de abandono y de la incertidumbre del futuro, entonces optamos por encerrarnos y aletargarnos cada vez más. Este encierro a veces es muy hacia adentro, no compartimos nada con nadie, por miedo a que nos dañen. Otras veces este encierro es muy hacia afuera y hacemos, hacemos y hacemos sin registrar nada, como anestesiados, pero en movimientos repetitivos y apurados. Ambos encierros nos enferman y nos enfrentan, repercutiendo en nuestra salud integral.
La práctica de la Meditación, invita a que se instale en nosotros esa doble comunicación fluida de percibir-nos-sintiendo, todo lo que nos pasa afuera y adentro tiende al equilibrio de manera natural. El encierro, el miedo y el dolor disipan su tenor. Ese caudal de energía vital cierra las heridas y nos amplía el horizonte.
La vida es esto, un aprendizaje continuo y constante, cada vez más extenso y que merecemos disfrutar. Acrecentar los límites de lo saludable es nuestro desafío de todos los días.  Poder observar la diferencia entre ese acostumbramiento a que las cosas sigan como hasta ahora, o a qué, con nuestra intención, las cosas puedan mejorar. Nos invita a cambiar esa visión determinista y estática, para comprender que fuimos creados para recibir y dar lo mejor, encontrando nuestros dones y capacidades.

Simplemente de lo aquí escrito se me ocurren dos preguntas que cada tanto me hago y que me gustaría compartir..¿Cuáles son esos dones? y ¿Cómo los puedo poner en marcha?.... Y ahí está la respuesta, que nos impulsa a animarnos a avanzar...

Nuestro trabajo desde la meditación, es dar a conocer ésta práctica que amamos, a todo aquel que desee animarse a más salud, a más bienestar, a más confianza....a ser cada día más feliz, consigo mismo, con la naturaleza y la creación y con los seres que nos rodean.

miércoles, 12 de octubre de 2011

La respiración ayuda a encontrar las causas del stress

Desde la aparición del hombre en la tierra, el estrés, llamado eustrés, es una forma natural y saludable, que tiene el organismo de defenderse o huir de los ataques del ambiente. Sin embargo en la actualidad éste estrés saludable ha pasado a ser crónico e insalubre, convirtiéndose en fobias y ataques de pánico. Pareciera que la mayoría de las personas, padecen o padecieron, alguna vez éstas situaciones ya ancladas en la sociedad, como lo más normal y natural. Se teoriza al respecto, se medica con premura, y la vida sigue hasta el próximo episodio.
La pregunta sería: ¿Por qué aparece el estrés? si ya no nos corren animales salvajes como en otras épocas. La respuesta está al alcance de nuestros sentidos, aunque cueste identificarla.
En primer lugar si reconocemos los síntomas que lo desencadenan...podríamos ir para atrás y ver cuáles fueron las situaciones que lo generaron, las causas. Seguramente hubo alguna distorsión entre nuestro sentir, pensar y desear, que produjo ese desequilibrio. Así es como arrastramos este desajuste que nos desborda y paraliza, y lo comenzamos a notar en el descontrol que sentimos al  respirar. Rever ese desajuste es el primer paso para descubrir la solución, que está en cada uno de nosotros, bien cerquita nuestro.

Poder observar-nos física, emocional y mentalmente en serenidad y armonía es el registro para saber en que nos convertimos en esos momentos de angustia y ansiedad. Este sería el puntapié inicial para encontrar nuestra respuesta interna de salud.

La clave está en poder tomar-nos un tiempo para nosotros, un tiempo de silencio de estar acompañados, nada más y nada menos que por nosotros mismos y disfrutarlo. Siempre lo estamos, pero pocas veces lo podemos percibir. En esa auto-compañía, distinguir lo que es real de lo que es pura y frondosa imaginación, o quizás sea el remanente de alguna situación ya vivida, que creamos y creemos que se va a volver a repetir.

Para poder iniciar este camino de observar-nos, lo primero es tratar de concentrarnos en nuestra respiración, tomándola como eje que ordena, limpia, relaja y sana. Prestarle atención a ese vaivén constante, cada vez más calmo y sereno. No lleva mucho tiempo, es solo permitirse ese pequeño tiempo de espera, de recuperar la energía perdida, de crear por nuestros propios medios la tranquilidad. Una vez que logramos prestarle atención, nada más que al tomar aire por nuestra nariz y exhalarlo también por la nariz, se vivencia un ritmo de melódica salud, que se percibe agradablemente. Esas mismas sensaciones se llevan de manera conciente al cuerpo, entra el aire y el cuerpo se relaja un poco más, sale el aire y se va la tensión acumulada, y así se continúa hasta que las molestias, la angustia y el agobio desaparecen. Y es ahí donde desde ese eje podemos calibrar lo que verdaderamente queremos para nuestra vida.

Se puede encontrar la serenidad perdida, no es magia, es compromiso y respeto hacia uno mismo, todos podemos lograrlo. Hay que tener deseos de cambiar lo conocido y acostumbrado, por la elección de una vida más sana y acorde a la felicidad.

lunes, 29 de agosto de 2011

Encuentro de Bioenergética y Meditación: sábado 10 de septiembre ¡Te esperamos!

El próximo 10 de septiembre estaremos realizando un encuentro especial en el Espacio Sonido Espiritual, del barrio de Palermo.
¿Querés inscribierte?: llamanos al (011) 4567-5733
o escribinos a
eventos@yanelabiancardi.com.ar

miércoles, 3 de agosto de 2011

La Meditación es como el Arte, hay que dejar que surja lo que está

El camino de la meditación es muy amplio, y no tiene ni techo, ni paredes, ni fin, es eso un caminar constante. Puede ser que a veces sintamos tiempos de estancamiento, pero si observamos finamente, los cambios se sienten a nivel medular. Aparecen imágenes que cuando las ordenamos, cobran sentido. Generan un recorrido para asimilar, asumir y aceptar...cada cosa a su tiempo y a su ritmo.


Invitarlos a meditar es lo que les proponemos. Nuestra manera de hacerlo es sin esfuerzos, pero el resultado será según el compromiso que cada uno ponga en su camino. Que se puede encontrar al meditar?...Todo, y a la vez nada. Uno puede llenarse de energías, de salud, de futuras acciones, de sentido, o puede vaciarse de todo lo que ya ha cumplido un ciclo.

Nos sucede en ocasiones que al meditar, aparecen en imágenes nuestras imperfecciones. Están ahí, como acechando todo el tiempo y en primer plano. A veces nos asustan, nos provocan culpa, queremos olvidarlas, o nos enojan. Sin embargo, usándolas en nuestra meditación, son el potencial que espera ser desplegado. No desde el defecto, sino desde la otra orilla, desde la mirada serena y compasiva, la del amor, de lo que puede ser perfectible, de lo que se puede convertir en un don, virtud o talento. Ir a ese núcleo profundo de lo que puede ser mejor y que guarda el misterio de una parte nuestra que todavía no conocemos y que está esperando nacer a la luz para integrarse. Sacarle el brillo oculto a algo que condenamos y que creemos pasivo y estático dentro nuestro.

La meditación nos ofrece esa posibilidad también, la de reparar. Muchas veces, y en diversas circunstancias nos ocurre que las personas que meditan con nosotros, quieren tencnificar sus meditaciones. Y la meditación es como el arte, hay que dejar que surja lo que está y lo que es. Comprender que las cosas no son ni buenas ni malas, se convierten en buenas o malas, según nos perjudiquen o nos beneficien.  Si reprimimos y tapamos eso que está próximo a eclosionar, creyendo que así vamos a hacerlo desaparecer, aumenta la tensión,  la enfermedad, la ansiedad y la angustia. Abramos las puertas y las ventanas de nuestro sentir, encontrando así la posibilidad de vislumbrar una nueva y saludable forma de vivir.....
La invitación es a preguntarnos: ¿qué don esconde ese defecto que repetimos y volvemos a repetir hasta el cansancio?

Mariana

lunes, 6 de junio de 2011

Reeducarnos para ser felices

Los adultos tenemos sobre nuestros cuerpos, toda la carga y la huella de lo que fuimos aprendiendo a lo largo de nuestras vidas. En mayor o menor grado hemos dejado de jugar, de asombrarnos, de soñar, de disfrutar de un pequeño gesto, hemos creado corazas imposibles de derribar que nos hacen permanecer indiferentes a las cosas más sencillas y significativas que la vida nos ofrece.
Vamos buscando la felicidad por cualquier lado, como mendigos, sin rumbo afectivo que nos marque el camino, dominados por la indecisión, el apuro y la inconstancia. Enseguida nos cansamos, nos aburrimos, no soportamos la espera, en oportunidades somos voluntariosos con tal de conseguir algo, aunque sea cualquier cosa, y no podemos ver, que la voluntad es una potencia ciega, que necesita de la inteligencia, para que ilumine a la memoria y le muestre hacia donde ir..
Siempre está la posibilidad a nuestro alcance de volver a aprender una nueva forma de vivir, más sana, más real dejando entrar a un niño en nuestro corazón y a un adulto en nuestra cabeza....y sentir ese pulso que resuena en nuestro presente.
El tiempo para meditar te invita a reeducarte, a poder ver claramente qué es lo que querés de verdad. A poner en orden tus necesidades, a limpiar las palabras que representan tus ideas,  que se convierten en signos que crean tus imágenes afectivas y saludables.
Poder sentir con solo escuchar un par de palabras, las emociones que te hacen volver a vibrar de felicidad. Meditar, te invita a ser un observador de una situación o conflicto que estás atravesando, y que quieres solucionar, y te invita también a ser el director y creativo de tu mejor película, la película de tu vida que siempre puedes volver a rodar..... 
Mariana

martes, 24 de mayo de 2011

La Dinámica Mental como filosofía de vida, y la Meditación como herramienta cotidiana

Proponemos a todo aquel que necesite estar y sentirse mejor, una filosofía de vida diferente, a la que llamamos Dinámica Mental, su herramienta de práctica es la Meditación. Estamos convencidos y confiamos que éste método, ayuda integralmente al ser humano que elige tomarlo como opción en la vida.
Sabemos también que hay que desear profundamente querer cambiar, para estar mejor. Como toda práctica que se inicia reluce y maravilla, pero a medida que uno va adentrándose en ésta experiencia, empieza a encontrar-se....y muchas veces no se está dispuesto a enfrentar la realidad de lo que uno es. Entonces se inicia un boicot interno, un enfentamiento en el que siempre el que pierde, es uno mismo.
Este camino es muy amplio, dura toda la vida, tiene infinidad de posibilidades y beneficios, pero para poder disfrutarlos hay que disponerse a transitarlo sin urgencias, ni medias tintas.
Al meditar uno se observa, se registra, se toma el tiempo para reconocerse, redimensionarse, verse desde otras perspectivas, con una visión más objetiva y sana. Ese tiempo no tiene medida de tiempo...es eso simplemente, en el tiempo y en el ritmo de cada uno.
Nosotros que estamos en éste camino, que vivimos la vida con ésta filosofía, hemos encontrado un espacio de plenitud aún en medio de tanto desorden y caos. Y esto no significa que vivamos una vida color de rosa, lo que si podemos decir, es que tenemos más herramientas para enfrentar las situaciones sin tanto desgaste de energías, o si nos quedamos escasos sabemos que podemos volver a crearlas.
La base de la Dinámica Mental es aprender que somos una unidad indivisa, no hay división entre el cuerpo y la mente que somos, por eso todo lo que decimos, sentimos, pensamos o hacemos nos afecta o nos beneficia, de alguna manera nos hace responsables de nosotros mismos. Poder comprender esto amplía nuestro horizonte, despliega nuestras capacidades para armar un ciclo de salud, constante y contínuo. Que podemos experimentar y encarnar en nuestro cuerpo, en nuestras emociones, en nuestros pensamientos y potenciar así nuestra espiritualidad, que es el motor que nos pone en marcha y nos moviliza.
Tomar conciencia de los recursos con que contamos nos hace más dinámicos, y a la vez nos invita a saborear la vida y compartirla como algo verdadero, bueno, hermoso y único.

sábado, 7 de mayo de 2011

¿A qué le abrimos y a qué le cerramos la puerta?

Una vez más en el camino, después de haber transitado incertidumbre, caos, indecisión,  pasividad, vuelve todo a fluir. La Meditación es una guía que nos acompaña en todo momento, nos provee de energía vital y saludable para dar respuestas siempre desde la unidad que somos.
El Padre Moreno en su libro Por esta Vida I, escribió, "Esta en una invitación a una vida en plenitud. Es como si se respirara con otros pulmones, y comenzara a latir otra vida, no sujeta a los avatares de la existencialidad. Se ejerce la capacidad de quitarle el sufrimiento al dolor. Además, la capacidad física para rechazar las enfermedades se multiplica progresivamente a medida que se desarrolla una fuerte resistencia emotiva contra la enfermedad."
Como toda invitación a modificar estructuras ya sedimentadas y hechas huella en el tiempo, lo nuevo y, diferente a lo acostumbrado o conocido, genera temores y aparecen todo tipo de justificaciones. Ahí es donde desde ese centro que experimentamos al meditar, disponemos de la capacidad de elegir avanzar o replegarnos. Es esa sabiduría intuitiva que emerge a la superficie y podemos decidir  a conciencia ¿a qué le abrimos y a qué le cerramos la puerta? Aprendemos así que vivenciar la plenitud, propicia cambios, cambios liberadores de antiguas ataduras, y que al ponerlos en acción podemos empezar a disfrutar.
Mariana