sábado, 30 de abril de 2011

El botiquín del Meditador

La persona que tiene como hábito la práctica de la Meditación, sabe que tiene a su disposición un botiquín interno para crear su salud.  El meditador adquiere para sí un espacio de tiempo que le es propio para ordenar y transformar su vida de todos los días. No se necesita estar en el Himalaya, para vivir una vida de armonía y salud, aún en medio del caos urbano. Solo se necesita tener la constancia de dedicarse a sí mismo, unos minutos del día, en los que uno cierra sus ojos, se observa, se siente, se registra, no se juzga, va generando una vitalidad inagotable, y percibe con claridad la manera de encaminar su vida según sus deseos, profundos. Se potencia, se despliega, se define, se integra, todo lo que uno es, con  luces y sombras.
La Meditación influye positivamente en nuestros estados de ánimo. Simplemente respirar de manera conciente, activa la respuesta de salud de nuestro cuerpo, lo  relaja modificando  todos nuestros sistemas y funciones orgánicas. El estado meditativo, ofrece un tiempo extra para elegir la forma de resolver y accionar frente a cualquier situación. Meditar es sentir, es integrar, es mediar entre el afuera y el adentro encontrando nuestro equilibrio y bienestar, esa capacidad interna, innata que fuimos olvidando.
Mariana

lunes, 25 de abril de 2011

¿Cómo creamos salud?

Escuchamos hablar todo el tiempo de los avances para prevenir y curar las enfermedades. Para ésto hay una inmensa cantidad de vacunas, estudios, medicamentos y análisis que previenen o que dan diagnósticos, que dicen si alguien está o no enfermo. Desde la Dinámica Mental, nuestra visión es integral,  la enfermedad física es la última etapa de algo que se va gestando en silencio y a la sombra. Algo que va haciendo un desorden generalizado en las funciones naturales del organismo. Sin embargo, siempre se está a tiempo de tomar el compromiso y la responsabilidad de crear la propia salud, de manera integral. Porque todo lo que nos pasa, resuena no solo a nivel corporal, ya que somos una unidad de cuerpo, psiquis y mente. Somos más que un cuerpo, somos un cuerpo espiritualizado y a la vez un espíritu corporeizado. La enfermedad actúa como una piedra que va horadando, va imprimiendo grietas,  surcos y huellas.  Cada vez que algo de lo que sentimos, no es afín a lo que hacemos, ni a lo que pensamos  aparece ese caos que nos enferma.  Los estados de ánimo que persisten a través del enojo, la bronca, la confusión,  el desconcierto, la resignación, la impaciencia, y unas cuantas emociones más,  van calando muy hondo hacia lo profundo y de allí,  van saliendo a la superficie, adhiriéndose en el cuerpo, para materializarse luego en síntomas o enfermedades.  También sabemos que la enfermedad es una oportunidad  para hacernos concientes y producir  una transformación que nos beneficie. Es por eso que nuestra tarea tiene como intención  convocar a quien o quienes lo deseen, invitándolos a darse cuenta y cambiar lo no saludable por la salud, la armonía y el bienestar. La meditación, el arte y la creatividad son las formas con que enseñamos a Crear Salud. Abren el camino de posibilidades nuevas,  y son  ejes que calibran y equilibran nuestra vida de todos los días.
Mariana